miércoles, 12 de agosto de 2015

"La Bendición de la Poesía, es Salvar. La Maldición del Poeta, es Permitirse Inmóvil en el Ciclón de la Realidad" por Gabriela Zea



La Bendición de la Poesía, es Salvar
La Maldición del Poeta, es Permitirse Inmóvil en el Ciclón de la Realidad.

Poeta que estás en la tierra y miras al cielo, presta atención al silencio, él va tejiendo un laberinto en la vida, busca hacerla sinónimo de injusticia e impunidad. No hagas de tu poesía un lugar cómodo para el poder, preséntate como el mayor fingidor, y en medio de la ceremonia, cuando nadie menos lo espere, cambia los aplausos por denuncias. Haz que el silencio sea visible; filtra en la sociedad razones para sospechar del poder, de cualquier poder, pertúrbalos, hasta que la locura, no les dé más camino que la lucha.
Sé la luz en medio de la desidia, que tu escritura ilumine la oscuridad y procure, reconquistar la conexión de la humanidad con el cosmos y el medio ambiente. Estás a salvo de ser un prometedor de oficio, mejor aún, tu poesía no tiene que convertirse en un discurso para amasar la masa. Pero sí tiene la obligación de procurarse un espacio, dentro del aporte a la cultura política de nuestro país.
Contribución que pasa por hacer eco de la identidad de nuestro pueblo, de su historia y sobre todo de sus dolores. Sin dudar, que “la relación entre poesía y misterio es incuestionable” (José Luis Astudillo). Igual, que incuestionable resulta la relación entre poesía y realidad. O acaso: ¿Debe el poeta desvincularse de la realidad desde donde escribe? ¿No es la poesía lo suficientemente fuerte para mezclar denuncia con esencia? Peor aún: ¿Será la poesía reservada para el otro mundo? Bajo la justificación de que debe salir de lo cotidiano para no ser prescindible ¾aunque ya bastante lo es. Sobre todo para aquellos ¡jóvenes! Y adultos que le apartan un lugar en el bolso a libros de autoayuda.
Si la poesía es cultivar misterio y cobijar las palabras con misticismo, por favor, procuremos que más personas se unan a la lectura, y por qué no a la escritura de poesía. Démosle un giro a la lógica consumista de letras vacías.     
Al final el poeta tiene dos caminos: reconocer la bendición de la poesía, y contribuir a salvar a la humanidad de la cultura vista como entretenimiento. O hundirse en el no-reconocimiento de que la esencia y misticismo de la poesía, son necesarios en la evolución de  los hombres y mujeres. Y de ser  así, estaría siendo inmóvil en el ciclón de la realidad.
Mi interés radica, en apoyar el quehacer de la poesía como instrumento de lucha; que tiene la difícil tarea de recobrar la conexión de la humanidad, con el cosmos y el medio ambiente. En pro de la profundización de una cultura política, ganada hacia el pensamiento crítico, la creación literaria y la contribución al arte ¡El arte nos salvará de la Mcdonalización* del mundo!  



*”El símbolo de la racionalización de Estados Unidos y de su ambiciosa economía de mercado”
 Ritzer, George (1996) La Mcdonalización de la sociedad.



miércoles, 5 de agosto de 2015

Para los panas del Grupo Literario “En la Otra Orilla” por Edicson Meléndez Uzcategui.



En la Otra Orilla
Para los panas del Grupo Literario “En la Otra Orilla”
Déjame que te cante/
Antes que te borre el olvido.
Carlos Augusto León

Yo no sé cantar
Ni hablo con las aves
Que arrullan en mi ventana
Con la luz matinal.
En mi caja toráxica
Apenas hay
Un amor inacabado
Que gime tonterías
Por los rincones de la ciudad
Ciudad,
Que ustedes tomaron por asalto;
Al ritmo de Pablito Milanés
Que tarareaba Ismael,
Con el espíritu libertario de Zulma,
La inocencia rebelde de Khaterine,
La dialéctica encendida de Gaby,
El sincretismo estilizado de Pedro,
La humana humanidad de Gisela.
Mención especial a esa niña que recorre Caracas,
Con una sonrisa en los labios: Griselidis,
De Eudi, no diré nada
Porque me lo refuta
Igual sabe, cuanto la quiero.
Si se escapó alguien disculpen.
Solo soy una isla,
 De ese esplendoroso lugar
Que enarbolan “en la otra orilla”

Edicson Meléndez Uzcategui.

martes, 4 de agosto de 2015

Obras Completas de Julio Cortázar

Taller 11-11 Hoy presentamos: Un poema de amor según datos demográficos por Ismael González Castañer



Taller 1111
Hoy presentamos:
Un poema de amor según datos demográficos

 
de Norberto Codina (venezolanocubano, 1951)
El próximo domingo seremos cuatro mil millones.// En el nido transparente de tus manos/ deposito el secreto de la especie/ donde tú vienes con cuatro mil millones,/ sola con cuatro mil millones,/ mía con cuatro mil millones.// Traes, como mi madre,/ la lluvia y la muerte del universo/ porque conmigo también esperan los otros,/ los que quieren seguir multiplicándose,/ los que se reparten el secreto y la ternura/ en el nido transparente de tus manos./// En mil ochocientos cincuenta no éramos tantas personas/ y había hambre,/ un hambre, mi amor, hereditaria.// En el año treinta, éramos apenas la mitad/ de hoy,/ y había hambre:/ agotado el caldo de la posguerra/ mi madre estudiaba de enfermera,/ y en Berlín, en Roma, el mundo se enfermaba.// Treinta años después,/ éramos dos niños satisfechos/ y con el desconocimiento de las caravanas de arroz,/ asaltadas por el miedo del hambre que se arrastra.// La población del globo terráqueo/ ascenderá este domingo a cuatro mil millones de habitantes.// ¿El globo terráqueo no es el globo de tu vientre/ rosado y nuevamente estrella,/ de tu vientre como una casa,/ una campana donde escucho desesperado/ cada día, en el origen de miles de personas,/ el tañido del hambre?// Se supone que en el año dos mil/ seamos tantos como en ninguna otra época,/ tantos y tantos/ que afortunadamente habrá menos paciencia.// Y un día el hambre, mi amor, será una  página olvidada/ y no como hoy un poema de enamorados/ y millones,/ y no como hoy un poema de dos y un poema de esperanza,/ sino la marcha segura/ de los nuevos habitantes,/ de los miles de millones de enamorados/ que estudiarán a modo de curiosidad:/ “En el año 1976,/ cuando éramos apenas cuatro mil/ millones,/ se escribió un poema de amor con la palabra hambre.”

Juventud: el Taller 1111 quiere acercarte de nuevo frescura y reflexión. Escogimos este poema por ser variante de la poesía conversacional, de lenguaje común y tono cotidiano, como cuando uno habla con otro. Por mostrar situaciones reales de alto grado de verosimilitud o credibilidad. Por su presentación identitaria, exotismo, ironía, capacidad polémica. Por su diferencia con poéticas de la Enseñanza General.
Los problemas globales de la humanidad
Juventud: con los 10 problemas globales de la humanidad (el de los recursos naturales, el energético, el del medio ambiente, el de la alimentación, el de la población, el de la salud pública, los problemas del progreso científico-técnico, el problema de la cultura, el de la instrucción, y el problema del hombre y su futuro), debes ser capaz de argumentar el desarrollo desigual del Norte y el Sur, impuesto por el imperialismo histórico y hoy por el neoliberalismo globalizador.
Un poema de amor según datos demográficos, trata los problemas globales de la alimentación y de la población, emparentadísimos: “Y un día el hambre, mi amor, será una página olvidada/ y no como hoy un poema de enamorados […] un poema de esperanza […] de los miles de millones de enamorados/ que estudiarán a modo de curiosidad:/ «En el año 1976,/ cuando éramos apenas cuatro mil millones,/ se escribió un poema de amor con la palabra hambre.»”
Juventud: arriba a la conclusión de que nuestro mundo demográficamente colapsado, de forzosas migraciones y hábitats desesperados, todavía no es el sueño y bienestar del ser más inteligente de la Tierra (y tal vez del universo).
Hoy ya somos siete mil millones… pero no acaba el abismo entre campo y ciudad, ni la sobrevivencia de buena parte del 85 % de la población mundial en villas-miseria y barrios deprimentes.
Juventud: ¿no te parece otro poema para meterte en la cabeza?

Taller 11-11 Hoy presentamos: Oración por el hijo que nunca va a nacer



Taller 1111
Hoy presentamos:
Oración por el hijo que nunca va a nacer
 
Autores: Luis Rogelio Nogueras (cubano: 1944-1985) y la nipona Miki Taisuke (1784-1805 ← ¡No, no es una errata!)
Éramos tan pobres, oh hijo mío, tan pobres/ que hasta las ratas nos tenían compasión.// Cada mañana tu padre iba a la ciudad/ para ver si algún poderoso lo empleaba/ ―aunque tan sólo fuera para limpiar los establos/ a cambio de un poco de arroz―.// Pero los poderosos/ pasaban de largo sin oír quejas/ ni ruegos.// Y tu padre volvía en la noche,/ pálido y tan delgado bajo sus ropas raídas/ que yo me ponía a llorar/ y le pedía a Jizo,/ dios de las mujeres encinta/ y de la fecundidad,/ que no te trajera al mundo, hijo mío,/ que te librara del hambre y la humillación.// Y el buen dios me complacía.// Así fueron pasando años sin alma.// Mis pechos se secaron,/ y al cabo tu padre murió/ y yo envejecí.// Ahora sólo espero el fin,/ como espera el ocaso a la noche/ que habrá de echarle en los ojos/ su negro manto.// Pero al menos,/ gracias al buen Jizo,/ tú escapaste del látigo de los señores/ y de esta cruel existencia de perros.// Nada ni nadie te hará sufrir.// Las penas del mundo no te alcanzarán jamás,/ como no alcanza la altera flecha/ al lejano halcón.

Juventud: el Taller 1111 quiere acercarte frescura y reflexión. Escogimos este poema por ser variante de la poesía conversacional, de lenguaje común y tono cotidiano, como cuando uno habla con otro. Por mostrar situaciones reales de alto grado de verosimilitud o credibilidad. Por su presentación identitaria, exotismo, ironía, capacidad polémica. Por su diferencia con poéticas de la Enseñanza General. Por su adecuación a temas culturopolíticos. Por la extraña y atrayente “biografía” de sus autores... Por ejemplo, Nogueras, creó para su texto una autora ficticia o heterónimo: otro yo, otra voz que hablaba en él, a la que dio vida autónoma —tanto así que para la Historia Literaria, la verdadera autora del poema que firma Nogueras, sería la japonesa Miki Taisuke, de extraordinaria belleza, que dominaba las bellas artes y las marciales —lo que le permitía (para disgusto de su género y clase) ajustar peleas públicas, a la manera del luchador callejero de las películas del cable—; y a pesar de su origen aristocrático denunció crudamente la miseria del pueblo.
Los problemas que degradan la esencia humana
Fragmentos de Oración por el hijo que nunca va a nacer: “Éramos tan pobres, oh hijo mío, tan pobres/ que hasta las ratas nos tenían compasión.// Cada mañana tu padre iba a la ciudad/ para ver si algún poderoso lo empleaba/ ―aunque tan sólo fuera para limpiar los establos/ a cambio de un poco de arroz […] [Yo] le pedía a Jizo,/ dios de las mujeres encinta/ y de la fecundidad,/ que no te trajera al mundo, hijo mío,/ que te librara del hambre y la humillación.// Y el buen dios me complacía […] Gracias al buen Jizo,/ tú escapaste del látigo de los señores/ y de esta cruel existencia de perros.// Nada ni nadie te hará sufrir.// Las penas del mundo no te alcanzarán jamás,/ como no alcanza la altera flecha/ al lejano halcón.”
Los problemas que nos degradan, fundamentalmente son seis: la pobreza generalizada, la situación de la niñez, la expansión de la violencia, la prostitución, la drogadicción, el racismo.
Tienes que percatarte, juventud, detectar para ti los detalles de estos males.
El poema alude a la pobreza generalizada y la situación de la niñez, que hoy (siglos XX y XXI) en el mundo capitalista tercermundista, no es sólo el hambre, la malnutrición crónica, el despotismo, el desempleo y la insalubridad proverbiales de los siglos XVIII y XIX; sino, además, el trabajo ilegal de los menores de 15 años, el tráfico de niños para sexo y extracción de órganos, y su inacceso a la educación.
Juventud: debes reportar dos experiencias reflexivas más: percatarte del aumento de problemas en los últimos siglos (recordemos que la poetisa vivió entre 1784-1805), cuando por lo menos el progreso científico-técnico de hoy (1900-2000-2015) debió revertirlos, nunca aumentarlos. Y comprender como irónica la espeluznante contradicción: va contra la naturaleza humana no desear el nacimiento; sin embargo, en desear la in-natividad del hijo ―para protegerlo de la malía del mundo― reside ―contradictoriamente― su humanidad.
Juventud: ¿no te parece un poema para meterlo en tu cabeza?