martes, 4 de agosto de 2015

Taller 11-11 Hoy presentamos: Oración por el hijo que nunca va a nacer



Taller 1111
Hoy presentamos:
Oración por el hijo que nunca va a nacer
 
Autores: Luis Rogelio Nogueras (cubano: 1944-1985) y la nipona Miki Taisuke (1784-1805 ← ¡No, no es una errata!)
Éramos tan pobres, oh hijo mío, tan pobres/ que hasta las ratas nos tenían compasión.// Cada mañana tu padre iba a la ciudad/ para ver si algún poderoso lo empleaba/ ―aunque tan sólo fuera para limpiar los establos/ a cambio de un poco de arroz―.// Pero los poderosos/ pasaban de largo sin oír quejas/ ni ruegos.// Y tu padre volvía en la noche,/ pálido y tan delgado bajo sus ropas raídas/ que yo me ponía a llorar/ y le pedía a Jizo,/ dios de las mujeres encinta/ y de la fecundidad,/ que no te trajera al mundo, hijo mío,/ que te librara del hambre y la humillación.// Y el buen dios me complacía.// Así fueron pasando años sin alma.// Mis pechos se secaron,/ y al cabo tu padre murió/ y yo envejecí.// Ahora sólo espero el fin,/ como espera el ocaso a la noche/ que habrá de echarle en los ojos/ su negro manto.// Pero al menos,/ gracias al buen Jizo,/ tú escapaste del látigo de los señores/ y de esta cruel existencia de perros.// Nada ni nadie te hará sufrir.// Las penas del mundo no te alcanzarán jamás,/ como no alcanza la altera flecha/ al lejano halcón.

Juventud: el Taller 1111 quiere acercarte frescura y reflexión. Escogimos este poema por ser variante de la poesía conversacional, de lenguaje común y tono cotidiano, como cuando uno habla con otro. Por mostrar situaciones reales de alto grado de verosimilitud o credibilidad. Por su presentación identitaria, exotismo, ironía, capacidad polémica. Por su diferencia con poéticas de la Enseñanza General. Por su adecuación a temas culturopolíticos. Por la extraña y atrayente “biografía” de sus autores... Por ejemplo, Nogueras, creó para su texto una autora ficticia o heterónimo: otro yo, otra voz que hablaba en él, a la que dio vida autónoma —tanto así que para la Historia Literaria, la verdadera autora del poema que firma Nogueras, sería la japonesa Miki Taisuke, de extraordinaria belleza, que dominaba las bellas artes y las marciales —lo que le permitía (para disgusto de su género y clase) ajustar peleas públicas, a la manera del luchador callejero de las películas del cable—; y a pesar de su origen aristocrático denunció crudamente la miseria del pueblo.
Los problemas que degradan la esencia humana
Fragmentos de Oración por el hijo que nunca va a nacer: “Éramos tan pobres, oh hijo mío, tan pobres/ que hasta las ratas nos tenían compasión.// Cada mañana tu padre iba a la ciudad/ para ver si algún poderoso lo empleaba/ ―aunque tan sólo fuera para limpiar los establos/ a cambio de un poco de arroz […] [Yo] le pedía a Jizo,/ dios de las mujeres encinta/ y de la fecundidad,/ que no te trajera al mundo, hijo mío,/ que te librara del hambre y la humillación.// Y el buen dios me complacía […] Gracias al buen Jizo,/ tú escapaste del látigo de los señores/ y de esta cruel existencia de perros.// Nada ni nadie te hará sufrir.// Las penas del mundo no te alcanzarán jamás,/ como no alcanza la altera flecha/ al lejano halcón.”
Los problemas que nos degradan, fundamentalmente son seis: la pobreza generalizada, la situación de la niñez, la expansión de la violencia, la prostitución, la drogadicción, el racismo.
Tienes que percatarte, juventud, detectar para ti los detalles de estos males.
El poema alude a la pobreza generalizada y la situación de la niñez, que hoy (siglos XX y XXI) en el mundo capitalista tercermundista, no es sólo el hambre, la malnutrición crónica, el despotismo, el desempleo y la insalubridad proverbiales de los siglos XVIII y XIX; sino, además, el trabajo ilegal de los menores de 15 años, el tráfico de niños para sexo y extracción de órganos, y su inacceso a la educación.
Juventud: debes reportar dos experiencias reflexivas más: percatarte del aumento de problemas en los últimos siglos (recordemos que la poetisa vivió entre 1784-1805), cuando por lo menos el progreso científico-técnico de hoy (1900-2000-2015) debió revertirlos, nunca aumentarlos. Y comprender como irónica la espeluznante contradicción: va contra la naturaleza humana no desear el nacimiento; sin embargo, en desear la in-natividad del hijo ―para protegerlo de la malía del mundo― reside ―contradictoriamente― su humanidad.
Juventud: ¿no te parece un poema para meterlo en tu cabeza?

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