La Bendición de
la Poesía, es Salvar
La Maldición del Poeta, es Permitirse Inmóvil en el Ciclón de la Realidad.
Poeta que estás en la
tierra y miras al cielo, presta atención al silencio, él va tejiendo un
laberinto en la vida, busca hacerla sinónimo de injusticia e impunidad. No
hagas de tu poesía un lugar cómodo para el poder, preséntate como el mayor
fingidor, y en medio de la ceremonia, cuando nadie menos lo espere, cambia los
aplausos por denuncias. Haz que el silencio sea visible; filtra en la sociedad
razones para sospechar del poder, de cualquier poder, pertúrbalos, hasta que la
locura, no les dé más camino que la lucha.
Sé la luz en medio de
la desidia, que tu escritura ilumine la oscuridad y procure, reconquistar la
conexión de la humanidad con el cosmos y el medio ambiente. Estás a salvo de
ser un prometedor de oficio, mejor aún, tu poesía no tiene que convertirse en
un discurso para amasar la masa. Pero sí tiene la obligación de procurarse un
espacio, dentro del aporte a la cultura política de nuestro país.
Contribución que pasa
por hacer eco de la identidad de nuestro pueblo, de su historia y sobre todo de
sus dolores. Sin dudar, que “la relación entre poesía y misterio es
incuestionable” (José Luis Astudillo). Igual, que incuestionable resulta la
relación entre poesía y realidad. O acaso: ¿Debe el poeta desvincularse de la
realidad desde donde escribe? ¿No es la poesía lo suficientemente fuerte para
mezclar denuncia con esencia? Peor aún: ¿Será la poesía reservada para el otro
mundo? Bajo la justificación de que debe salir de lo cotidiano para no ser
prescindible ¾aunque
ya bastante lo es. Sobre todo para aquellos ¡jóvenes! Y adultos que le apartan
un lugar en el bolso a libros de autoayuda.
Si la poesía es
cultivar misterio y cobijar las palabras con misticismo, por favor, procuremos
que más personas se unan a la lectura, y por qué no a la escritura de poesía.
Démosle un giro a la lógica consumista de letras vacías.
Al final el poeta tiene
dos caminos: reconocer la bendición de la poesía, y contribuir a salvar a la
humanidad de la cultura vista como entretenimiento. O hundirse en el no-reconocimiento
de que la esencia y misticismo de la poesía, son necesarios en la evolución
de los hombres y mujeres. Y de ser así, estaría siendo inmóvil en el ciclón de
la realidad.
Mi interés radica, en
apoyar el quehacer de la poesía como instrumento de lucha; que tiene la difícil
tarea de recobrar la conexión de la humanidad, con el cosmos y el medio
ambiente. En pro de la profundización de una cultura política, ganada hacia el pensamiento
crítico, la creación literaria y la contribución al arte ¡El arte nos salvará
de la Mcdonalización*
del mundo!